La M.E.M.
Historia y arquitectura de un concepto innovador y futurista en Le Boulou.
Un concepto
en una museografía innovadora e interactiva.
Un lugar
que forma parte de la historia y patrimonio de la ciudad.
Un reto
turismo y economía transfronteriza.
Un concepto innovador y futurista
Repartida en tres niveles, la MEM, Maison de l’Eau et de la Méditerranée (museo del agua y del Mediterráneo), ofrece espacios interactivos y lúdicos, exposiciones temporales, una sala de proyección y para eventos, una sala de actividades pedagógicas, una tienda y espacios exteriores. La MEM está dirigida a todos los públicos. Grandes y pequeños, neófitos y especialistas, todos están invitados a este viaje de iniciación al corazón del agua. A través de sus cinco espacios, la MEM nos invita a conocer las múltiples facetas del agua y a tomar conciencia de manera lúdica de los retos planetarios de la preservación y conservación del agua. Cómo, gracias a unos sencillos gestos diarios, grandes y pequeños podemos reducir nuestro impacto ecológico. Descubrir y transmitir sin condicionantes las claves para proteger a las generaciones futuras. Es un lugar cuyo legado es la conciencia de lo vital que es preservar el recurso «agua»: «patrimonio inmaterial de la humanidad».
Historia y arquitectura
En pleno departamento francés de los Pirineos Orientales, Le Boulou es una localidad donde el agua es omnipresente. La atraviesa el Tech, uno de los principales ríos del departamento. El agua siempre ha tenido un papel social y económico primordial en la vida de los lugareños. Los beneficios de las aguas de Le Boulou se remontan a antes del siglo IX. Desde el siglo XIX, Le Boulou es una estación termal conocida por sus aguas únicas, ricas en magnesio y sales minerales y famosas por sus cualidades terapéuticas. La ciudad se asocia a su famosa «Eau du Boulou» (agua de Le Boulou), embotellada hasta los años 2000. Este proyecto, a través de una arquitectura imaginada y diseñada por el arquitecto Philippe Dubuisson, ofrece una continuidad llena de matices que valoran el pasado, el presente y el futuro. Sus aperturas a la rue Arago y a la rue Neuve la vinculan con la ciudad reforzando la riqueza de las luces derivadas de los llenos y de los vacíos. Las fachadas nuevas, simples y minimalistas están envueltas en una piel protectora. La luz se propaga por la materia, difundida por las vibraciones de los finos cortes metálicos, hasta hacerla desaparecer, tanto de día como de noche, con o sin sol, como una redecilla que fluye hasta licuarse con unos efectos luminosos cambiantes e imprevistos.
Un reto turístico y económico
Le Boulou está en una encrucijada entre la frontera con España, el litoral mediterráneo y los Pirineos orientales, que le brinda un flujo turístico importante. La Maison de l’Eau et de la Méditerranée es un establecimiento público. Su implantación responde a la voluntad política de dar un nuevo impulso al centro urbano y, sobre todo, de revalorizar el patrimonio cultural, gracias a una arquitectura innovadora, en torno a la temática aglutinadora y universal del agua. Pretende sensibilizar sobre la vital preservación de nuestros recursos naturales y dar un valor añadido al desarrollo turístico y económico de nuestra ciudad y nuestro territorio.